GURE ENBAXADOREAK: RAQUEL DE OLIVEIRA

Raquel de Oliveira, ordiziarra, mueve  ficha rápido si algo no le gusta o ve que tiene que cambiar. No para hasta encontrar aquello que busca. Antes y ahora. Se aburría en clase. Abandonó los estudios de secundaria y se matriculó en Goierri Eskola para obtener el título básico en Cocina y Restauración. Encontró su sitio y siguió con un ciclo de grado medio, el de  atención a personas en situación de dependencia. En la actualidad  trabaja en la residencia para personas mayores de Segura. Continúa aprendiendo.

“Sin un título, no vas a ninguna parte”

¿Qué haces ahora mismo?

Estoy realizando un ciclo de grado superior en Hernani, el de Animación Sociocultural. Y a la vez, trabajo en la residencia de Segura como auxiliar. Estoy contenta.

Pero tu experiencia con la Formación Profesional no es nueva. ¿Cómo llegaste a Goierri Eskola?

Tras pasar mi infancia en el colegio Urdaneta de Ordizia, pasé al instituto, pero en 3º de ESO decidí abandonarlo y vine a Goierri Eskola a estudiar cocina. Así obtuve el titulo de secundaria.

¿Qué ocurrió para que dejaras el instituto?

Era vaga. No era otra cosa. Me aburría en clase y no me gustaba estudiar. Soy muy activa y como me hartaba, no obedecía a los profesores. En el instituto Oianguren me hablaron de la posibilidad de hacer cocina en Goierri Eskola y me animé. Conocía la escuela pero no su oferta.

¿Te costó mucho tomar la decisión?

No. Tenía 16 años y ya había repetido un curso. No me veía centrada. He sido una mala estudiante.

No encontrabas tu sitio en el instituto. ¿Y en Goierri Eskola, sí?

Pues sí. Es verdad que todas las asignaturas no eran iguales. Me gustaban las matemáticas y el inglés. Pero cuando comencé a hacer el ciclo de cocina me sentí mucho mejor. Formábamos un grupo pequeño y surgió entre nosotros un clima de confianza que me gustaba. La materia de cada asignatura tampoco  era para tanto. Yo no sabía ni freír  un huevo y me sirvió para aprender algo nuevo. Fue un inicio, una base.

¿Te has arrepentido de dejar el instituto?

No. Estaba en una burbuja, totalmente bloqueada. Cuando llegué a Goierri Eskola pensé que ya era hora de hacer las cosas de otra manera. Los profesores estaban muy encima y nos motivaban un montón. Los mejores profesores de mi vida los he tenido en Goierri Eskola. Tengo muy buenos recuerdos.

Tras finalizar el ciclo de cocina, continuaste con otro ciclo, esta vez de Grado Medio…

La profesora Idoia Otaegi me comentó que iban a poner en marcha el ciclo de atención a personas dependientes. Me gusta la gente y más trabajar con y para la gente. Así que pensé que era una buena idea. Al principio me asusté, pero con la ayuda de Idoia seguí adelante y acabe satisfecha. Y me fui a Lisboa a hacer prácticas.

¿Cómo te surgió esa oportunidad?

Mis padres son portugueses y tengo allí a mi abuela. Entendía el portugués pero no era capaz de hablarlo. Consulté en la escuela si podía ir a Lisboa  a través del programa Erasmus y la respuesta fue afirmativa. Estuve tres meses trabajando en una residencia y la verdad es que fue una experiencia muy enriquecedora. Me fui con una amiga de Zaldibia con la que compartía piso. Anteriormente siempre había ido de vacaciones y el hecho de vivir una temporada  trabajando me dio otra perspectiva.

Y la abuela feliz…

Mucho. La visitaba todas las semanas.

Y de vuelta, ¿qué te deparaba el mercad o laboral?

Comencé un ciclo de grado superior. Integración Social. Pero no me gustó y lo dejé al cabo de dos meses. Estuve trabajando en supermercados y cafeterías hasta que me llamaron de la Residencia San Juan de Segura. Idoia Otaegi me había comentado que necesitaban a gente y que enviara el curriculum. Me inserté en abril del año pasado y allí sigo. Estoy contenta. Soy la más joven de la casa y en cierto sentido, aire fresco para los residentes.

También me siento un poco cansada ahora mismo porque a las mañanas voy a clase y a las tardes al trabajo. Es, además, un trabajo muy físico.

Físico y mental ¿no crees?

También. Pero me dan mucho los aiton-amonas. Muchas veces llego a casa y pienso: “Que me ha pedido un beso antes de acostarse…”. No pides un beso a cualquiera. Es bonito intentar hacerles un poco más felices en la última etapa de sus vidas.

Siempre he querido estudiar educación infantil y ahora que lo pienso, creo que me resultaría demasiado duro trabajar con niñas o niños que tuvieran problemas. Con las personas mayores comprendes más fácilmente que es el ciclo de vida que les toca vivir con todo lo que ello conlleva.

Intentar hacer su día a día más alegre es también una cuestión de valores.

Realmente lo que hace falta es paciencia. Y energía.

¿Dónde te ves en un futuro?

A ver lo que surge. Dentro de la animación sociocultural me gusta mucho el teatro por ejemplo.

Se dice que hoy en día no se puede dejar de aprender y de renovarse, algo que tú lo llevas haciendo desde siempre.

Lo intento. A veces me siento un poco perdida pero pienso:  vamos avanzando. Quiero hacer un montón de cosas. Siempre intento sentirme cómoda con  lo que estoy haciendo. Y si no, busco un cambio.

Tienes una personalidad  muy activa.

Me viene de mi madre. Siempre nos ha inculcado la idea de lo importante que es aprender y ser capaces de arreglárnoslas por nuestra cuenta sin estar pidiendo nada a nadie. Somos seis hermanos y todos somos  trabajadores. Hemos tenido una gran suerte por todo lo que nos han enseñado en casa.

¿Qué le dirías a quien se pueda sentir en ESO como te sentías tú?

Que estudie. Que sin formación, no puede  ir a ninguna parte. Además, el hacer un ciclo de Formación Profesional  te abre las puertas al mercado laboral. Es lo que veo a mi alrededor. Yo y todos mis hermanos hemos optado por la Formación Profesional y todos estamos trabajando. Dos de mis hermanos también han estudiado cocina en Goierri Eskola. Estuve trabajando en la cafetería de la escuela.