GURE ENBAXADOREAK: LAIDA ETXEBERRIA

Laida Etxeberria tiene 21 años y estudia 4º de Medicina en la Universidad del País Vasco. Tras cursar en el campus de Bilbao los primeros tres años, en la actualidad estudia en la Unidad Docente del Hospital Universitario de Basurto donde el aprendizaje integra teoría y práctica. Nacida en Sakana, en Bakaiku, Etxeberria estudió en Goierri Eskola el bachillerato científico. Charlamos con ella sobre recuerdos, anécdotas, profesores y de lo que surja.

“El profesor de euskera y filosofía, Iñaki Murua, me hizo descubrir la pasión por la escritura que llevaba dentro”

¿Cuál es el recorrido que has hecho hasta ahora en cuanto a estudios Laida?

Fui a la ikastola Andra Mari de Etxarri Aranatz hasta que vine a Goierri Eskola a hacer el bachillerato científico en la modalidad biosanitaria. Opté por biología y química. Y tras hacer la selectividad, me fui a Bilbao a estudiar Medicina en la Universidad del País Vasco.

Pero ahora has sustituido el campus por el Hospital de Basurto, ¿no es así?

Sí. Tras finalizar el primer ciclo te ofrecen la opción de ir a una Unidad Docente donde se compagina la teoría y la práctica. Entre Donostia, Gasteiz y Bilbao, yo elegí ir a Basurto y ahí estoy.

¿Por qué apostaste por la medicina?

A decir verdad, cuando acabé el bachillerato no lo tenía nada claro. Creo que le pasa a la mayoría de la gente. Sabía que quería hacer algo relacionado con las biociencias, pero dudaba entre farmacia, biología, biotecnología, medicina… Al final, me matriculé en medicina pero sin saber hasta qué punto me iba a gustar. Según pasan los años, más a gusto me encuentro.

Es un campo muy abierto…

Así es. Puedes especializarte en investigación, en cirujía, en medicina familiar o incluso trabajar sin ver al paciente como pasa en raciología. Ahora mismo, no sé qué haré pero sí sé que voy a descartar la cirugía. Prefiero el contacto con el paciente.

Cuando tuviste que enfrentarte a la decisión de elegir una carrera u otra, ¿tuviste ayuda por parte de Goierri Eskola?

Ayuda toda. Pero es una decisión difícil. Me facilitaron todos los recursos posibles para tomar la mejor decisión pero la decisión es tuya y es difícil saber qué es lo que quieres.

Hay unos veinte minutos de trayecto entre Sakana y Goierri pero al ser dos comarcas, parece que están más alejados entre sí. ¿Qué fue lo que te convenció para venir a Goierri Eskola?

Tenía ganas de cambiar de entorno y de conocer gente nueva. Podía cursar el bachillerato en Alsasua pero preferí venir a Goierri. Desde entonces, tengo aquí –en Goierri- un montón de amigos con los que mantengo una relación. Aquel año vinimos bastantes de Sakana.

¿Cómo te fue en Goierri Eskola?

Muy bien. De niña, en la ikastola siempre me sentí como en casa y en Goierri Eskola la sensación fue la misma. Buscaba una escuela cercana y así fue. Los profesores se quedaban contigo a la tarde si tenías una mínima duda. Es en esos pequeños detalles donde ves la diferencia.

¿Y respecto al nivel de formación?

Ninguna carencia. Necesitas un nivel para ir a la universidad y yo creo que salí de Goierri Eskola con un buen nivel de formación. Para los estudios de medicina, yo, sobre todo, necesitaba una base en biología. Ahora he visto que se han realizado unas modificaciones y han incluido la asignatura de anatomía. Eso está muy bien. Antes no había esa opción., pero la metodología de aprendizaje era muy dinámica, con muchos proyectos a desarrollar. Tengo muy buenos recuerdos.

¿Por ejemplo?

El viaje a Eslovenia. Era un intercambio. Fuimos un grupo y fue una experiencia muy productiva.

¿Y qué te viene a la cabeza cuanto te acuerdas de los profesores?

El profesor de euskera y filosofía Iñaki Murua nos hacía pensar y escribir mucho. Desde entonces, tengo el hábito de escribir e incluso me presenté a algunos concursos. Murua me hizo descubrir la pasión  y la habilidad por la escritura que llevaba dentro. No me había dado cuenta hasta entonces.

Por otra parte con la mayoría de los profesores tuvimos una relación muy estrecha, y todavía la mantenemos con algunos profesores.

¿Hasta qué punto influye en tu opinión cursar una modalidad u otra en el bachillerato?

Sí tiene un efecto. Para estudiar medicina, como en mi caso, necesitas una base en biología. El primer año de carrera es muy científico con biologia, bioquímica… según vas avanzando, te vas especializando pero el primer año es muy elemental. Necesitas saber de biología.

¿Cómo ves el mundo laboral?

Pienso que una vez de terminar los estudios, tendré un trabajo. Son seis años de carrera, son muchos, pero en cualquier otra carrera pasa algo similar. En magisterio, por ejemplo, son cuatro años pero luego  tienes que hacer un master, presentarte a oposiciones, aprender inglés… imáginate. En el caso de medicina, sabemos que en el sexto año haremos el MIR y que vamos a tener una plaza. No una plaza fija, pero sí una plaza que te dé la oportunidad de acceder al mercado laboral. Se hace duro. Yo me pregunto a mi misma: ¿Pero he sido capaz de llegar hasta aquí?”. Pues sí. El volumen de materia que tenía en primero en comparación con el que tengo ahora, me parece una nimiedad. Es un proceso que comienza con la educación secundaria, el bachiller y termina en la universidad. Es un camino que a veces cuesta, pero vamos subiendo.

Fuera del ámbito de la medicina, entre los amigos, ¿cómo percibes la situación?

Bastante difícil. Tengo bastantes amigos que han terminado una carrera y la mayoría no tiene un trabajo y aprovecha el tiempo para aprender inglés… Pero aparte de inglés, las empresas piden experiencia laboral. Si no te dan una oportunidad nunca vas a tener experiencia. Al menos, nosotros, después del MIR vamos a poder contar con esa experiencia

O no tanto como la capacidad emocional, ¿por ejemplo?

Antes de nada, tienes que ser persona y trabajar con ellas. No es fácil pero da sus frutos. El esfuerzo que realizas tiene su retorno. Lo veo en prácticas. Cuando alguien me sonsie y me da las gracias, pienso que he elegido el trabajo idoneo para mi.

¿Eres optimista?

Hay que serlo.